Este domingo se celebra el Día de la Madre. Un día muy especial, en el que queremos poner en valor los pequeños actos de amor cotidianos que se quedan registrados en nuestra memoria.

Recuerdos que nos acompañarán para siempre, a nosotras y a nuestros hijos ❤

Como cuando nos sentamos en nuestro sillón preferido, aquel tan cómodo y que nos permite relajarnos de inmediato. El sillón en el que hemos dado el pecho o el biberón a nuestro bebé, piel con piel. Se hace un poco pesado, pero luego cómo se echa de menos ese momento madre-hijo, o no? 😉

O como cuando aprenden a andar o corren demasiado y se dan con la esquina de la mesa de centro (viva las mesas de centro redondeadas!), y vienen corriendo a que les protejas y les consueles. Nada reconforta más que el beso y el abrazo sanador de una madre.

¿Y las guerras y achuchones en la cama los domingos por la mañana? Siempre demasiado pronto, vigilando de no soltar un taco… ¡Pero siempre divertidos! Momentos inolvidables que compartimos con nuestros hijos y que hay que intentar que duren lo máximo posible!

Y cuando se van haciendo mayores, más independientes, y nos piden que no les acompañemos hasta la puerta del cole… pero a cambio, disfrutamos de charlas interesantes mientras cocinamos juntos, o de largas sobremesas de fin de semana…


Momentos muy especiales con nuestros hijos por los que queremos brindar este viernes. ¡Y por todos los momentos que están por venir!

¡Feliz Día de la Madre a todas! ❤